Nace la muñeca de ojos expresivos.
Cosidos tiene los oídos con lirios de historias interminables, muchos sueños y entre tantos escritos hay derramado un corazón de carne, que aún late, aún vibra cuando lo manipulan.
Se sienta como musa y mueve sólo un poco las manos mientras me cuenta sus "porqués" y sus "ahoras". Levanta las cejas muy lento cuando menciona la palabra "traición" un par de veces, y se esmera en repetir que "la lealtad" es lo que cuenta dentro de un ser humano..
*Fuma...
Y mientras el humo se enrolla alrededor de sus cuerdas, formando elipses en su traquea, sus labios se separan dócilmente de par en par, exhalándo la toxicidad que se evapora en su vicio.
*Sonríe... muy leve antes de pronunciar las siguientes premisas que evidentemente, son una experiencia más que un comentario. La mente divaga y sus ojos construyen escenarios invisibles de lugares que visitó... de rostros que amó y me atrevo a pensar.... de manos que la tocaron alguna vez con algún sentimiento que se dibujaba en su figura, un sentimiento que ambos... aquel y aquella han olvidado.
"Yo soy conciliadora...es lo que hago"....pronunció. Y pensé... para alguien que carga los pilares del mundo como sombrero, la cruz le luce bien. Le va el estrés y le asienta la calma con la que recibe el siguiente golpe. No esta envejecida... no tiene entre sus pecas algún ingrato trazo de la edad. Sigue lozana como la luna cuando esta llena y sonríe como si hablara de alguna otra.
Es ella en toda su mortalidad y se nutre de su ego humilde pero firme a diario como dósis de heroína. Una oración larga o corta pronunciarán sus labios antes de soñar con lo ordinario. Se soltará el cabello para sentir las puntas rozarle la nuca y se dejará caer sobre un colchón que huele a mil años de inconciencia.
*Se toca la punta de los dedos con el pulgar, en acción particular de ella mientras se acomoda en el asiento trasero de un carro.
Narra de su alter-ego que flota en un cielo Celeste.... hila los pensamientos cuando habla de ella... de una que ella reinventa, de aquella que la mira y la describe para quienes ignoran de su existencia. Una que la encarna entre los escombros de sus poemas; Escritos sobre hombres que la amaron y sentencias de olvido a los ingratos que vió partir.
Es la muñeca sin magia extraordinaria en su mirada más que la honesta realidad que se funde en la miel de sus pupilas. Se consume, se absorve dentro del humo y sigue construyendo universos paralelos en donde su mente entiende lo que su corazón rechaza.
Y mientras ella mueve los labios en el complaciente accionar del desahogo.... Yo... observo sus colores fundirse en una sola entidad que me muestra la existencia de miles sueños dentro de un sólo universo contaminado de normalidad.
Yo tampoco entiendo de conceptos si de normalidad se trata. Y no me jacto de conocedora de lo extraño. Yo... sólo escucho con atención el sonido que emiten sus alas cuando las agita cerca de mis oídos mientras me confiesa pecados encadenados a maldiciones inconcientemente impuestas. Respiro sus exhalos tóxicos sin tener reaccion alguna, me predispongo a escucharla un tanto más antes de mencionar la palabra "hipocresía".
Muy dueña de su verdad... se mantiene en sus relatos y alzándome de hombros me desentiendo de sus decisiones y me desenlazo de sus universos, dejándola vivir. Es libre... es fuerte... y sabe respirar el bien y el mal como si fueran su perfume favorito.
Y mientras tanto Yo... absorvo un poco más de café, asiento con la cabeza en señal de escucha... próxima a preguntarle el año en que nació....
Por Gabriela Salazar